La activista almeriense Helena Maleno, fundadora de Caminando Fronteras, estuvo la semana pasada en Las Palmas de Gran Canaria para denunciar la falta de empatía de las autoridades españolas con las personas que mueren o desaparecen en la ruta atlántica, que une las costas de África Occidental y Canarias. Durante su estancia, atendió a los micrófonos de Radio ECCA.
Esta ruta es la más peligrosa para las personas que se suben a una patera o un cayuco, desde Marruecos hasta Senegal, con el objetivo de llegar a Canarias. “Una de cada dieciséis personas muere en el intento” explicó Maleno. Prueba de ello es que, en el momento de la entrevista, Caminando Fronteras tenía constancia de la desaparición de veintitrés embarcaciones. En una de ellas viajaban veinticuatro mujeres y seis niños. “Nos preocupan los derechos de las personas vivas, pero también los de las personas muertas, enterradas sin identificar. En Marruecos, con muchos menos medios, hay una mayor sensibilidad por las personas fallecidas a la hora de identificarlas y enterrarlas”, denunció la activista.
Helena Maleno y Victoria Caro. |
Sobre la llegada de personas migrantes a Canarias y la situación que se está viviendo en el puerto de Arguineguín, Maleno adelantó: “Si no se da una respuesta coordinada, Canarias puede convertirse en un agujero negro de los derechos humanos. Lo que le puede pasar a Canarias es lo que le ha pasado a Lesbos, Ceuta y Melilla”. Para la fundadora de Caminando Fronteras bloquear a miles de personas, como está ocurriendo en Arguineguín, vulnera los derechos de esas personas y da alas a la extrema derecha.
Helena Maleno denunció que el relato migratorio se construya con palabras como: avalancha, invasión, efecto llamada y racismo, en lugar de solidaridad, respeto o derechos humanos.